Quiero compartir esta llamada “carta”, anónima con mis aportaciones entre paréntesis.
Una carta que cualquier niño podría escribir a sus padres. Y que yo la hago comenzar….
Papá o mamá,
1. No me grites.Te respeto menos cuando lo haces. Y me enseñas a gritar a mí también y yo no quiero hacerlo. (Luego me castigas porque te grito).
2. Trátame con amabilidad y cordialidad igual que a tus amigos. Que seamos familia no significa que no pueda recibir el mismo trato. (No hay que abusar de la confianza).
3. Si hago algo mal, no me preguntes el porqué. A veces ni yo mismo lo sé. (Entonces es cuando necesito ayuda).
4. No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que las diga por ti.Haces que pierda la fe en lo que dices y me siento mal. (Luego no me castigues porque mienta por algo).
5. Cuando te equivoques en algo admítelo.Mejora mi opinión de ti y me enseñarás a admitir también mis errores. (Ser padre no significa saber hacerlo todo bien).
6. No me compares con nadie, especialmente con mis hermanos.Si me haces parecer mejor que los demás, alguien va a sufrir, y si me haces parecer peor seré yo quien sufra. (No soy ni mejor ni peor que mi hermano, primo, amigo o vecino, yo soy yo, único. Valórame, cree en mí y házmelo saber. Me sentiré más capaz.)
7. Déjame valerme por mí mismo.Si tú lo haces por mí, yo no podré aprender. (Luego no me digas que no se hacerlo o que no soy autónomo y que estás cansado de hacérmelo todo, yo no te lo pedí).
8. No me des siempre órdenes.Si en vez de ordenarme hacer algo, me lo pidieras, lo haría más rápido y más a gusto. (A ti tampoco te gusta que te ordenen).
9. No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer.Decide y mantén esa posición. (A veces me mareas y ya no sé qué hacer).
10. Cumple las promesas, buenas o malas.Sea un premio o un castigo. (Si no cumples no te creeré y seré muy pesado para intentar conseguir lo que quiera, o apuraré al máximo pensando que igual esta vez toca que no me castigas).
11. Trata de comprenderme y ayudarme. Cuando te cuento un problema no me digas: “eso no tiene importancia…” porque para mí sí la tiene. (No sé si no te acuerdas o no quieres acordarte pero seguramente tú tuviste los mismos problemas que yo a mi edad).
12. No me digas que haga algo que tú no haces.Yo aprenderé y haré siempre lo que tú hagas, aunque no me lo digas. Pero nunca haré lo que tú digas y no hagas. (Si quieres que haga deporte no te quedes en el sofá, si quieres que lea no pases la tarde viendo la televisión, si quieres que aprenda a cocinar no pidas comida por encargo).
13. No me des todo lo que pido. A veces, solo pido para ver cuánto puedo recibir. (No seré más feliz por más cosas materiales que yo tenga, aunque sean esas que tú querías de pequeño. Yo no soy tu).
14. Quiéreme y dímelo.A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no lo creas necesario dímelo. (No hay nada mejor que decir te quiero de forma sentida para el que lo dice y para el que lo recibe, a ti también te gusta que te lo diga).