Yolanda Cuevas Ayneto

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Mindful-Sex, Sex-Mindful, Sex-fulness o como lo quieras llamar… Mindfulness y sexo

 

¿Cuáles son las claves del mindfulness?

Mindfulness es la capacidad con la que todos nacemos de poder estar en el presente. Se trata de estar aquí y ahora de una forma particular, con curiosidad, apertura y sin dejarte llevar por los juicios. Es sencillo y parece fácil pero no lo es, porque la mente le gusta viajar, pensar, no estar quieta, es errante… Con la edad y la sociedad que nos ha tocado vivir en la que todo ocurre tan rápido y que existe un alto nivel de exigencia esta capacidad va desentrenándose. En la actualidad se sabe que el 47% del tiempo nuestra mente divaga, y cuando divaga lo hace hacia el pasado, alimentando la tristeza o hacia el futuro, promoviendo la ansiedad.

En realidad no estar a lo que se está fomenta el malestar. Estas en la ducha planificando el día, en el coche pensando en la reunión, en el trabajo pensando en lo que harás al llegar a casa,  en el deporte pensando en si no lo consigues, comiendo o más bien tragando comida con la mente en la tecla del ordenador, en la cama con tu pareja y pensando en lo que no hiciste en el trabajo, o en la discusión con un compañero…es decir la mente está en un “lugar” distinto a donde está el cuerpo. Si ambos no están coordinados igual que pasa en el baile con una pareja el resultado es desastroso. Si no hay conexión no puedes ser eficaz en lo que estás haciendo y los sentimientos de ineficacia  salen a la luz. Cuando no estamos atentos a lo que está pasando vivimos en piloto automático y esta capacidad cognitiva que hemos desarrollado tiene sus ventajas puntuales pero nunca puede ser un modo de vida sano y equilibrado. La vida autómata no es vida.

– ¿Por qué ha pegado este boom y parece además que es aplicable a tantas áreas diferentes, incluso a mejorar la sexualidad?

La evidencia científica y la publicación de años de investigación promovidos por Jon Kabat Zinn, considerado el padre del Mindfulness en Occidente, ha hecho que Occidente crea en esta práctica. Y los esfuerzos está dirigidos en promover un estilo de vida basado en la conciencia plena y no en el piloto automático alimentado por la impulsividad para fomentar el bienestar porque su ausencia está creando estragos en la sociedad.

El ámbito clínico y de la salud relacionado con la ansiedad, dolor crónico fue su punto de partida pero la educación, empresa, deporte le siguen así como ámbito de la alimentación, desarrollo del embarazo, o en el ámbito de la sexualidad. Fomentar que la mente acompañe a lo que el cuerpo hace produce beneficios a muchos niveles incluido cambia nuestro cerebro gracias a su neuroplasticidad.

Si profundizamos en la sexualidad. El piloto automático fomenta relaciones sexuales más impulsivas, ansiosas, con los sentidos dormidos… sin conciencia plena.

Escuchar tu cuerpo y aprender a despertar los sentidos en el desarrollo de una actividad sexual va aumentar no solo la conexión con la pareja si no el disfrute propio y mutuo. Más placer, mejores erecciones y orgasmos más prolongados por estar en la experiencia a tiempo real. Y para que los sentidos se activen precisan de la atención. Cuando la mente no acompaña, el disfrute disminuye boicoteando el orgasmo en muchas ocasiones.

Fomentar como si fuera la primera vez que acaricias, tocas a tu pareja, la primera vez que besas, rozas sus labios, perderse en los sonidos de la excitación fomenta el entrenamiento mental de estar solo en tu cuerpo y en su cuerpo, y amaestrando la capacidad que tiene el cerebro a irse a otras preocupaciones fuera de ese momento íntimo y de conexión con otra persona. Implica que nada boicotee la situación. Implica que no haya “terceras personas” sean del ámbito que sean…

Mindfulness también entrena nuestra flexibilidad, abrirse a nuevas experiencias y en el ámbito sexual implica romper la monotonía y los juicios y poder experimentar en otras posturas, con diferentes comienzos, entornos…alimentando nuestra creatividad y capacidad de disfrutar y hacer disfrutar de formas diferentes, abriéndote a la experiencia. Se entrena una sexualidad consciente, aprender a sentir de forma consciente.

La atención es fundamental también en este ámbito y cuando se detecta que la pareja no está en este momento también se malinterpretan los motivos. No olvidemos que el estrés está detrás de muchas dificultades de índole sexual, procesos rumiativos que originan eyaculación precoz, impotencia, falta de apetito sexual, problemas para llegar al orgasmo…

Mindfulness permite desengancharse de ese diálogo mental y centra la atención en la experiencia sexual, que aumentará el disfrute desde la relajación. Y mindfulness por otra parte permite gestionar las emociones aflictivas que nos secuestran y no permiten reponernos en un tiempo razonable porque reduce la actividad de la amígdala. El cerebro cambia fisiológicamente con 8 semanas de entrenamiento en Mindfulness. Y aumenta el funcionamiento de la corteza prefrontal que implica mayor estabilidad emocional y menor reactividad.

Thich Nhat Hanh “El don más precioso que podemos ofrecer a cualquier persona es nuestra atención. Cuando la atención abraza a aquellos que amamos, florecerán como flores”

Yolanda Cuevas Ayneto

Psicóloga e Instructora en Mindfulness MBSR

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