Con la práctica de Mindfulness aprendemos a gestionar las emociones, pensamientos y comportamientos a responder en vez de reaccionar para poder afrontar las situaciones de la vida. Una mayor libertad por el conocimiento en uno mismo y la aceptación.
La práctica habitual de Mindfulness se asociada al aumento de la densidad axonal y al aumento de la mielina en los axones de la corteza cingulada anterior.