Yolanda Cuevas Ayneto

Conocer y conocerse es clave

Hola soy Yolanda Cuevas, y este es el primero de una serie de artículos con el fin de dar a conocer, acercar la psicología para el bienestar, el mindfulness, el poder de la respiración entre otros. Así desde el conocimiento tomar consciencia para responsabilizarnos de nuestra salud física y mental. Si no conocemos no podemos mejorar, cambiar, mantener y tomar decisiones que promuevan nuestra salud no solo física sino mental.

Tenemos mucho margen de maniobra pero no se conoce. Vamos a quitar de nuestro repertorio el famoso “ yo soy así” o creer que todo es genética.

¿Sabes lo que es la epigenética? Es un campo de la ciencia que estudia los cambios hereditarios causados por la activación y desactivación de los genes sin que se produzcan cambios en la secuencia de ADN. Una palabra de origen griego y significa por encima (epi) del genoma. Existen pequeñas etiquetas químicas que se agregan o eliminan de nuestro ADN en respuesta a los cambios en el entorno en el que vivimos.

Los expertos en epigenética defienden que las condiciones ambientales y las experiencias de la vida, nuestros hábitos pueden activar o desactivar «interruptores de encendido/apagado», no solo  de nuestros genes, sino de los genes de los óvulos y espermatozoides, o del feto que está desarrollando, modificando por tanto el código genético de los hijos y otros descendientes. ¿No te parece increíble? Por eso hablo de nuestra propia responsabilidad, porque somos más protagonistas de nuestras vidas de lo que creemos. Aprender a conocerse y cuidarse es un estilo de vida que fomenta el bienestar.

 Este es mi reto como psicóloga e Instructora en Mindfulness.

Se dice “A veces es mejor no saber” pero mi invitación es para que no llegue ese día en que te digas “Si lo llego a saber…”

Lo primero, el autocuidado es saber que es sano y necesario, y que no es egoísmo sino una necesidad. Pero hasta ahora no ha estado bien visto y en generaciones anteriores mucho menos y por eso se arrastran estas herencias en las creencias negativas.

Lo segundo que necesitas es saber que necesitas cuidarte. Puedes darte cuenta de ello porque estás cansado de tu malestar físico y psicológico y sus consecuencias. Otra es que desde el conocimiento y autoconocimiento encuentres tu motivación, un sentido para la prevención. Encontrar el por qué y para qué. Se trata de poner en valor la frase “Más vale prevenir que curar.”

Quiero comenzar dándote a conocer la importancia de la respiración. La única función que podemos hacer de forma voluntaria e involuntaria. Atenta o desatenta. Bucal o nasal. Y que genera unos efectos beneficiosos o perjudiciales en nuestra salud física y psicológica muy desconocidos y hasta hace poco no estudiados científicamente. Aunque sabemos que otras culturas no necesitan de la ciencia para dar valor a lo que los miles de años y generaciones transmiten. Es más, desde el desconocimiento y el juicio hacia otras culturas se ha perjudicado a las personas de sus beneficios. No hace tanto los que hacían yoga y meditaban se les etiquetaba de “raritos” ahora ya hay médicos, centros de salud, hospitales que se fomenta porque ya hay avales científicos. Quizá seamos aquí en este lado de la Tierra demasiado estrictos, cuadriculados y por otro lado muy de la receta de la pastilla para todos los males…ahí lo dejo.

Volviendo a la respiración no podemos respirar de cualquier manera. Y por ello tenemos que:

-Aprender a respirar bien, por la nariz y no por la boca, que estresa al organismo y lo confunde reaccionando de forma desproporcionada a todos los niveles entre ellos a nivel químico, emocional, mental, comportamental…porque uno lleva al otro

-Practicar técnicas de respiración que son ejercicios puntuales para regular nuestro sistema nervioso y con ello nuestras emociones y formas de actuar. Son nuestra salvación para no buscar fuera (comida, compras, drogas…) la calma que puedes generarte tú mismo estés donde estés.

-Practicar la respiración atenta. Mediante mindfulness, atención plena se entrena la habilidad de estar en nosotros, con nosotros y sostener sin abrumarse, aprender a estar con las emociones y pensamientos y sensaciones en nuestro cuerpo de un modo diferente. Y para ello tu respiración va a ser clave, tu ancla, tu refugio.

Te espero en el siguiente entrada para que puedas conocer y conocerte más. Conectar con tus propios recursos internos, unas veces desconocidos, otros oxidados de no usarlos.

Recuerda el camino es hacia dentro. La clave está en ti. NO te empeñes en buscar fuera lo que puedes encontrar dentro.

Si dejas comentarios te leo con corazón.

Si ves que puede inspirar a alguien te invito a que compartas con los tuyos o en tus RRSS, así das valor a mi trabajo, algo que te agradezco, y creamos juntos una red de conexión, conocimiento y bienestar.

Te enlazo a nuevas ediciones del Programa Mindfulness MBSR (Reducción del Estrés Basado en Mindfulness) Click

Yolanda Cuevas

Yolanda Cuevas

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