Es frecuente comer distraído mientras se mira o se habla con el móvil, trabaja con el portátil, se lee o ve la televisión…De este modo no se degusta, ni disfruta la comida, se come desconectado, sin presencia, en modo piloto automático. Y una de las consecuencias es comer de más y desentrenar el cerebro y activarlo.
Esta práctica nos permite descubrir un nuevo modo de alimentación consciente y tomar conciencia de todo lo que nos perdemos cuando se vive en piloto automático.
Esta vez con una manzana.