El mindfulness es una invitación a mirar hacia dentro. Y descubrir el patrón de tus emociones y pensaminetos loq ue te aporta sabiduría.
Detenerte y dedicarte un tiempo para mirar y mirate con ojos nuevos.
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El escaneo corporal (body scan) es una de las prácticas del Programa de entrenamiento de reducción de estrés basado en Mindfulness MBSR (Mindfulness-Based Stress Reduction). Consiste en realizar barridos por el cuerpo con la mente dirigiendo la atención por las diferentes partes del cuerpo de forma guiada. Una atención intencionada, curiosa, sin juzgar, que toma conciencia de lo que hay, de las sensaciones en ese momento y que se desplaza por todo nuestro cuerpo de forma disciplinada. Un requisito, no movernos. Empieza por los dedos del pie, la parte más alejada, y finaliza en la cabeza recorriendo zona por zona.
Se trata de un “viaje” por nuestro cuerpo que aumenta la percepción y la conexión con lo que ocurre, momento a momento, entrenando la capacidad de nuestra mente de estar con lo que hay en ese instante, conectando con el aquí y ahora de nuestro cuerpo.
Esta focalización de la atención permite afinar y aumentar la intimidad con las sensaciones. Se experimenta una relación diferente, con menos incomodidad, aumentando la flexibilidad mental, aprendiendo a sostener esas sensaciones, a permitirles ser sin querer cambiarlas, suavizando las reacciones y los pensamientos que las envuelven y nos debilitan en experiencias por ejemplo de dolor o enfermedad. Esta práctica permite abandonar la lucha y el deseo de que el dolor desaparezca o el sentirse arrastrados por él.
El escaneo corporal posibilita y facilita vivir cerca de nuestro cuerpo, más conectados con él, con partes olvidadas y con lo que ocurre en él sea lo que sea, mejorando y afinando la relación mente cuerpo. Se trata de ser amigo de nuestro cuerpo, de reparar el vínculo dañado por la desconexión tan habitual en el momento actual.
La duración del escaneo varía dependiendo de la velocidad con la que la atención se desplaza por el cuerpo. Una atención delicada y detallista requiere más tiempo. Es mejor determinar previamente el momento del día en el que lo voy a hacer y el tiempo, que esperar a que tenga tiempo para hacerlo. La experiencia nos dice que hoy en día si no se hace así, con intención, no habrá tiempo y las excusas o la postergación (mañana lo haré) se adueñan de los días.
Preferiblemente se realiza tumbado boca arriba con los brazos en los laterales del cuerpo con las palmas hacia arriba, sobre una manta o esterilla si las condiciones físicas lo permiten. Si no sobre la cama o sentado en una silla. Puede realizarse a cualquier hora del día teniendo en cuenta que se necesita un lugar y un momento en que el mi atención esté más dispuesta, para no dormirme y que no ser interumpido por personas, llamadas etc.
Al inicio, se realiza dentro del Programa de Mindfulness MBSR y se facilita la grabación de 30 minutos para la práctica particular en casa. Una vez que se familiariza con la guía se puede hacer sin audio.
Es importante destacar que no es una técnica de relajación aunque un efecto secundario sea ese, ni se trata de una técnica para dormir (en el caso de que se haga antes de acostarse). El objetivo es estar presente, de principio a fin del escaneo.
Estas son algunas de la sensaciones físicas, reacciones emocionales o pensamientos que se pueden notar, sentir u ocurrir durante la práctica tal como las describe Jon Kabat-Zinn en Coming To Our Senses:
Sensaciones físicas:
Hormigueo, ardor, apretado/suelto, una punzada o pinchazo, suave/duro, erizado, tenso/flexible, adormecido, ligero/pesado, tembloroso, martilleo, punzante, tirantez, adormecimiento, picor, palpitación, ligereza, quemazón, dolor, latido, temblor, vibración, desazón, dolor, tenso/relajado, frío/caliente, húmedo/seco, apagado/ cortante.
Reacciones emocionales:
Alegría, sorpresa, impaciencia/ganas de parar, aburrimiento, placer/ganas de continuar, tristeza, miedo, duelo, orgullo, enfado, frustración, anticipación, vergüenza, liberación, asco.
Pensamientos:
Revisar el pasado, planear, evaluar/analizar, desear/esperar/comparar, etiquetar, catalogar, imaginar el futuro, pensar en otros, pensamiento circular, juzgar tu experiencia.
Pero a la práctica se va sin expectativas sin querer sentir o pensar algo determinado. Se deja libre la propia experiencia de cualquier atadura. Anotar tras la práctica la experiencia puede ayudarte.
¿Te animas a practicar el escaneo corporal? Aprenderás a observar, escuchar tu cuerpo.
“Nadie puede escuchar por nosotros lo que el cuerpo nos dice. Quien quiera crecer y sanar debe asumir la responsabilidad de escucharse.” Jon Kabat-Zinn.
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Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador.
Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco ese alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente para quien su vida es una búsqueda.
Un día un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó Kammir, a lo lejos. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada… Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspaso el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos eran los de un buscador, quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción … “Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”. Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una lápida, sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar… Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado, también tenía una inscripción, se acercó a leerla decía “Llamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”. El buscador se sintió terrible mente conmocionado. Este hermoso lugar, era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.
– No ningún familiar – dijo el buscador – ¿Qué pasa con este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de chicos?.
El anciano sonrió y dijo: -Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda que fue lo disfrutado…, a la derecha, cuanto tiempo duró ese gozo. ¿ Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?…¿Una semana?, dos?, ¿tres semanas y media?… Y después… la emoción del primer beso, ¿cuánto duró?, ¿El minuto y medio del beso?, ¿Dos días?, ¿Una semana? … ¿y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? …, ¿y el casamiento de los amigos…?, ¿y el viaje más deseado…?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano…?¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?… ¿horas?, ¿días?… Así vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba.
Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.
Jorge Bucay
Preciosa historia, inevitable reflexionar…
Reflexión:
¿Cuántos años crees que llevas vividos? Qué importante grabar en nuestra “memoria emocional” cada uno de los momentos que vivimos pletóricos, esos picos, esa “chispa de la vida”… Estos momentos no pueden olvidarse, hay que vivirlos y disfrutarlos siendo conscientes de ellos. No dejes que pase el tiempo y te arrepientas de no haberlo vivido con intensidad. Porque los minutos pasan estes o no en ellos, seas o no consciente. Disfruta y sácale jugo a la que es tu vida, la de nadie más.
Porque no hay ninguna vida igual, DALE VALOR A LA TUYA.