Yolanda Cuevas Ayneto

Infidelidad: entre el juicio y la comprensión.

Vivimos en una cultura que juzga rápidamente la infidelidad. Se etiqueta, se condena, se reduce a blanco o negro. Pero pocas veces se hace lo más incómodo y, a la vez, lo más humano: preguntarnos por qué.

No se trata de justificar ni de normalizar. Se trata de entender.

Porque detrás de cada infidelidad hay una historia que rara vez se cuenta. Hay heridas, vacíos, silencios, decisiones mal gestionadas, miedos, impulsos, deseos no resueltos, conflictos no hablados. Hay personas imperfectas haciendo lo que pueden a veces, de la peor manera.

Juzgar a personas imperfectas por no hacer actos perfectos es una trampa moral.

Es más fácil señalar que mirar hacia adentro. Es más fácil castigar que preguntar:

¿Qué te llevó ahí?

¿Qué estaba pasando contigo, con tu relación, con tu vida?

No todo el mundo quiere o puede perdonar una infidelidad. Pero también es cierto que, si hay conciencia, foco, comprensión, una infidelidad puede ser un despertar. A veces, lo que parece una fractura es solo una grieta que revela lo que ya estaba roto.

Lo difícil no es caer. Lo difícil es atreverse a mirar el porqué.

Y si se mira bien, puede comenzar algo más sincero. Más consciente. Más real.

Compartir las causas por las que las personas pueden ser infieles puede ayudar a generar comprensión sobre un tema complejo y emocionalmente delicado. No se trata de justificar pero sí poder entender más con mente y corazón.

Causas Psicológicas

  1. Baja autoestima: Buscar validación externa.
  2. Trastornos de personalidad: Como el narcisismo o el trastorno límite.
  3. Necesidad de novedad o excitación: Adicción a la dopamina, aburrimiento.
  4. Falta de autocontrol o impulsividad.
  5. Insatisfacción emocional no comunicada.

Causas Emocionales

  1. Sentirse ignorado/a o no valorado/a por la pareja.
  2. Carencia de conexión emocional o intimidad.
  3. Deseo de sentirse deseado/a o amado/a.
  4. Venganza emocional: Por una infidelidad pasada, desprecio o abandono.
  5. Soledad dentro de la relación.

Causas Sexuales

  1. Insatisfacción sexual.
  2. Fantasías o deseos no compartidos.
  3. Atracción física hacia otra persona.
  4. Falta de deseo sexual en la pareja.
  5. Deseo de experimentar algo nuevo o diferente.

Causas Individuales

  1. Inmadurez emocional.
  2. Falta de compromiso real.
  3. Creencias permisivas sobre la fidelidad (“todos lo hacen”).
  4. Necesidad de reafirmar la propia libertad o independencia.
  5. Historia personal de infidelidades (propias o familiares).

Causas Relacionales

  1. Problemas de comunicación.
  2. Conflictos no resueltos o acumulados.
  3. Rutina o monotonía en la relación.
  4. Falta de tiempo de calidad juntos.
  5. Desconexión emocional o sexual prolongada.

Causas Socioculturales

  1. Contexto cultural que normaliza la infidelidad.
  2. Presión social o de amistades infieles.
  3. Acceso fácil a aventuras (apps, redes sociales).
  4. Idealización del romance o el amor libre.
  5. Falta de educación afectiva o sexual.

Causas de Crisis o Vulnerabilidad

  1. Pérdida de un ser querido.
  2. Cambios de vida importantes (maternidad, mudanzas, crisis de mediana edad).
  3. Estrés laboral o económico.
  4. Depresión o ansiedad.
  5. Consumo de alcohol o drogas.

¿Creías que había tantas?

Acompañar a alguien después de una infidelidad requiere mucha empatía, contención y respeto por su proceso. Las preguntas deben invitar a la reflexión, no al juicio, y pueden ser diferentes dependiendo de si la persona fue infiel o fue lastimada por la infidelidad. A continuación te dejo una guía dividida en dos bloques, y una sección final común para ambas partes.

 Si la persona fue engañada:

1. Emocionales

  • ¿Cómo te estás sintiendo realmente, más allá de la rabia o la tristeza?
  • ¿Qué parte de ti se sintió más herida con esto?
  • ¿Sientes que necesitas comprender más lo que pasó, o simplemente espacio para procesarlo?

2. Sobre la relación

  • ¿Crees que había señales previas que no viste o evitaste ver?
  • ¿Sientes que esta relación te venía haciendo bien antes de la infidelidad?
  • ¿Qué cosas valoras todavía de tu pareja (si las hay)?
  • ¿Quisieras reconstruir esta relación si se dieran ciertas condiciones? ¿Cuáles?

3. Sobre límites y decisiones

  • ¿Qué necesitas ahora para sentirte segura/o?
  • ¿Qué te ayudaría a tomar una decisión clara: tiempo, diálogo, terapia?
  • ¿Qué no estarías dispuesta/o a tolerar nunca más?

Si la persona fue infiel:

1. Emocionales

  • ¿Qué sentías antes de que ocurriera la infidelidad?
  • ¿Qué necesidades no estaban siendo atendidas (por ti o por la relación)?
  • ¿Qué te generó más culpa o más confusión después de lo que hiciste?

2. Sobre la relación y la elección

  • ¿Fue un acto impulsivo o venía gestándose con el tiempo?
  • ¿Qué buscabas en ese otro vínculo que no encontrabas en tu relación?
  • ¿Aún hay amor hacia tu pareja? ¿O solo apego, costumbre o miedo a perder?

3. Sobre la responsabilidad

  • ¿Qué estás dispuesto/a a asumir como responsabilidad emocional, más allá del error?
  • ¿Estás dispuesto/a a ser transparente y reparar, si la otra persona lo desea?
  • ¿Estás preparado/a para entender el dolor que causaste sin defenderte.

 Preguntas comunes para ambas partes:

  • ¿Qué aprendiste sobre ti a raíz de esta experiencia?
  • ¿Qué patrones crees que se repiten en tu forma de vincularte?
  • ¿Qué heridas viejas pueden haberse reactivado con esto?
  • ¿Qué necesitarías para sentirte en paz, sea cual sea el futuro de esta relación?

Estas preguntas no tienen que responderse todas de inmediato. A veces basta con una sola para abrir un proceso interior muy profundo. 

No hay respuestas rápidas ni caminos idénticos después de una infidelidad. Cada historia es única, como lo son las personas que la viven.

Si estás atravesando este proceso, desde cualquier lugar que te toque, mereces darte tiempo. Tiempo para sentir, para entender, para nombrar lo que dolió y también lo que aún importa. No todo tiene que resolverse de inmediato. A veces, simplemente sostenerse y respirar ya es suficiente.

No estás rota/o. No estás sola/o. No estás equivocada/o por sentir todo lo que sientes.

Sanar no siempre significa volver. A veces es soltar. A veces es reconstruir desde otro lugar. Y a veces, es volver a uno mismo con más verdad.

Sea cual sea el camino que elijas, que sea un camino con sentido para ti. Con calma. Con compasión. Con conciencia.

Y recuerda: Esto no te define.

No te define como pareja, como mujer, como hombre, como ser humano.

Lo que sí te define es cómo te acompañas a ti misma/o en este proceso.

Con amor, respeto, paciencia y verdad.

Pasar por una infidelidad duele. Se remueven heridas viejas, creencias, identidad, vínculos, autoimagen, confianza. Es mucho para cargar en soledad.

Pedir ayuda no significa que no puedas con esto. Significa que no tienes por qué hacerlo sola/o.

A veces necesitamos que alguien nos escuche sin interrumpirnos, que nos mire sin juzgarnos, que nos devuelva perspectiva cuando todo se ve roto.

Un proceso terapéutico puede ayudarte a procesar la experiencia, ordenar, cuidar, elegir.

Te abrazo de corazón.

“Volver a mí”

Se cayó el mundo,

y aún así, respiré.

Entre los restos del “nosotros”,

empezó a nacer un “yo” más verdadero.

No supe qué hacer al principio,

solo supe sentir.

Sentí el temblor, la rabia,

la pregunta que no tiene respuesta.

Y en el centro del ruido,

descubrí mi voz.

No gritaba, no exigía,

susurraba: “Aquí estás. Vuelve a ti.”

No necesito certezas ahora,

solo este hilo invisible que me sostiene:

la certeza de que merezco paz,

que mi amor no fue el error.

Lo que me quebró no me define.

Lo que elegí después, sí.

Y hoy, sin prisa, sin máscara,

vuelvo a mí.

Más honesta. Más fuerte. Más libre.

Imagen de Yolanda Cuevas

Yolanda Cuevas

2 respuestas a «Infidelidad: entre el juicio y la comprensión.»

Es cierto, a veces nos gana el enojo, la decepción, todo el dolor por la historia que sentimos que se acaba. Pero hay que ver todo lo que dolía y no se hablaba para según evitar problemas. Con el tiempo te das cuenta que era mejor hablarlo, pero desde el amor. No como reclamos, si no para crecer juntos, entendernos mejor. Siento que se puede empezar de nuevo con la misma persona siempre que haya amor de las 2 partes. Porque a veces una infidelidad no significa que se acabo el amor. Quiero pensar que esta situación es solo un aprendizaje para ambos y que podemos continuar escribiendo nuestra historia ahora con más comunicación y empatia.

Gracias por compartir desde un lugar tan honesto y consciente. Es cierto que muchas veces el dolor nos lleva a reaccionar desde la herida, pero cuando hay voluntad genuina de ambos lados, la crisis puede convertirse en una oportunidad de transformación.

Lo que mencionas sobre hablar desde el amor y no desde el reclamo es clave: cuando podemos expresar lo que duele sin atacar, abrimos la puerta a una comunicación más profunda y constructiva. La infidelidad no siempre implica falta de amor, a veces refleja carencias, silencios o desconexiones que no supimos nombrar a tiempo.

Ver la situación como un aprendizaje compartido requiere valentía y madurez emocional. Y sí, cuando el amor sigue presente y hay compromiso mutuo, es posible reconstruir desde un lugar más auténtico, con mayor empatía, escucha y responsabilidad afectiva.
Hay que romper el prejuicio, creencias y modelos educativos y sociales más impuestos que sentidos.

Gracias nuevamente por tu testimonio. Seguro que muchas personas se sentirán acompañadas al leerte. 💛

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