Muchas veces, cuando venimos de una historia en la que la comida estuvo ligada a normas externas, a emociones difíciles o a costumbres rígidas, dejamos de escuchar lo que realmente dice nuestro cuerpo. Podemos comer por inercia, por horario, por ansiedad o tristeza… y al final nos cuesta mucho identificar cuándo de verdad tenemos hambre.
En esta meditación vamos a entrenar algo muy simple pero poderoso: detenernos un momento para escuchar las sensaciones reales del cuerpo.
No se trata de juzgar si está “bien” o “mal” lo que sentimos, sino de aprender a reconocer:
-cuándo la señal viene del estómago y es hambre física
-cuándo surge más desde las emociones, como una necesidad de calma o de consuelo.
Poco a poco, al hacer este ejercicio, tu cuerpo y tu mente se van a ir familiarizando con un lenguaje nuevo: el lenguaje de tus propias señales internas.
Aquí el audio https://www.ivoox.com/player_ej_157815118_6_1.html?c1=f47b0c
