Se trata de una práctica formal más breve y sencilla que puede utilizarse como práctica informal en nuestro día a día, varias veces al día.
Es una práctica que puede hacerse en 3 minutos pero también en menos o alargándola. Es una práctica que nos permite desactivar el piloto automático para activar la atención plena en el día.
Esta práctica nos permite:
-Incluir la práctica en nuestra vida diaria en cualquier momento.
-Identificar en qué modo estamos, modo hacer o modo ser y activar el que sea necesario en ese momento.
-Conocernos nuestros patrones mentales, nuestro funcionamiento con curiosidad y cuidarnos.
-Ser más responsivos que reactivos ante situaciones difíciles, fomentando la calma.
-Entrenar la flexibilidad de la atención con el foco abierto o el foco cerrado, centrarse en una cosa en concreta o en varios aspectos de la experiencia que se da en el momento.
-Tomar conciencia de las diferentes formas de relacionarse con la experiencia. Podemos elegir la forma de actuar gracias a que podemos observar lo que ocurre desde la distancia sin fusionarse a lo que está ocurriendo dentro o fuera de uno.