“En el principio de los tiempos, se reunieron varios demonios para hacer una travesura. Uno de ellos dijo:- “Debemos quitar algo a los hombres, pero ¿qué les quitamos?”.
Después de mucho pensar otro demonio dijo: – “¡Ya sé! Vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser dónde esconderla para que no la puedan encontrar”.
El primero propuso: – “Vamos a esconderla en la cima de la montaña más alta del mundo”.
Inmediatamente repuso otro: – “No, recuerda que tienen fuerza; alguna vez alguien puede subir y encontrarla y si la encuentra uno, ya todos sabrán dónde está”.
Luego propuso otro: – “Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar”.
Y otro contestó: – “No, recuerda que tienen curiosidad; alguna vez alguien construirá una máquina para poder bajar y entonces la encontrará”.
Uno más dijo: – “Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra”. Y le dijeron: – “No, recuerda que tienen inteligencia; un día alguien va a construir una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad”.
El último de ellos había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás. Analizó cada una de ellas y entonces dijo: – “Creo saber dónde ponerla para que realmente nunca la encuentren”.
Todos lo miraron asombrados y preguntaron al mismo tiempo: – “¿Dónde?”.
El demonio respondió: – “La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán”.
Todos estuvieron de acuerdo y desde entonces ha sido así: El hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la lleva dentro…”
Autor desconocido
Te dejo un enlace a un artículo interesante de la Dra. Segunda Sánchez Lorente En búsqueda de la felicidad perdida… aquí