Yolanda Cuevas Ayneto

¿Cómo empezó todo? Respirando dióxido de carbono

Nuestros antepasados más remotos aparecen en la rocas hace 4000 millones de años que se escribe pronto… Desarrollaron la capacidad de comer aire, en ese momento dióxido de carbono, lo descomponían y soltaban lo que no necesitaban, el oxígeno, para vivir y multiplicarse. Tras miles de millones de años tanto escupir oxígeno un ser comenzó a consumirlo e invertir el proceso siendo el primer ciclo de la vida aeróbica. El descubrimiento fue que el oxígeno producía dieciséis veces más energía que el dióxido de carbono. Esto supuso un impulso para poder evolucionar. Moverse de sitio, de las rocas, a la tierra, a las profundidades del mar y al aire, ser más grandes y complejos. Apareciendo árboles, plantas, aves y diferentes animales y mamíferos…

Los mamíferos para calentar y purificar el aire desarrollan hocicos, gargantas para canalizar el aire hasta llegar a los pulmones y una red para extraer el oxígeno y pueda pasar a la sangre. Algo increíble, una evolución paso a paso que necesita miles de años. Esa respiración y todas sus formas consciente o inconsciente, lenta, rápida, entrecortada, profunda, superficial permitió que los mamíferos pudieran luchar, escapar de sus depredadores, cazar presas y adaptarse a diferentes entornos según altitud, temperaturas y medio terrestre o en el agua.

Pero las vías por las que por las que se inspiraba y exhalaba hace un millón y medio de años empezaron a cambiar y a agrietarse. Este hecho afecta a nuestra respiración. Esas grietas a días de hoy son los ronquidos, nariz congestionada, asma, alergias, resoplidos…

Las investigaciones en cráneos antigüos tienen mandíbulas enormes hacia delante, con dientes alineados, porque tienen espacio, cavidades sinusales amplias y bocas anchas. Nada se bloquea en por esta forma y tamaño así que no sufrían de ronquidos, apneas o sinusitis…estos desde el Homo Sapiens hasta unos cientos de años, es decir que son problemas más modernos. Porque viendo los cráneos actuales el crecimiento es opuesto, se ha invertido, las barbillas han retrocedido y en el plano están detrás de la frente, mandíbulas retroceden, los dientes están torcidos en diferente grado.

Curiosidad: De las más de cinco mil cuatrocientas especies de mamíferos que hay en el planeta, nosotros somos los únicos que tenemos mandíbula desalineada, con sobremordida, o submordida e irregularidad dental.

Así que aunque hubo evolución no hubo progresión en este tema. No se está produciendo una evolución para que sobreviva el más apto. Estas características que se están heredando van perjudicando a la salud.

Daniel Lieberman biólogo de la Universidad de Harvard habla de desevolución, lo que explica ciertos dolores de espalda, pies y por qué los huesos son más frágiles. También saber por qué respiramos mal. Y por tanto podremos saber qué hacer para respirar mejor de base y no como una técnica puntual.

Como ves es interesante saber de donde venimos, para entender nuestro presente.

Te espero en el siguiente artículo para conocer algo más de los homos, Homo hábilis, erectus y sapiens y como el cambio del cerebro afectó al tamaño del cráneo y esto conllevó a un cambio en la forma de las estructuras y qué es lo que lo provocó.

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