¿Cómo ha ido el entrenamiento de la respiración que te proponía en el anterior artículo?
Al final del mismo te adelantaba de un cambio que provocaba la respiración nasal y el impacto que es para los deportistas o cuando se practica deporte.
Los resultados vienen de los estudios realizados hace veinte años por el doctor John Doullard, entrenador de deportistas de élite. Reunió a un grupo de ciclistas y registraron con sensores para la frecuencia cardiaca y respiratoria, el efecto de respirar solo por la boca y después solo por la nariz sobre bicicletas estáticas. Se vió que si respiraban por la nariz reducían su esfuerzo a la mitad y aumentaba la resistencia aún incrementando la intensidad del ejercicio por diez.
Vamos a entender que hay detrás de este proceso.
¿Sabes cómo tu cuerpo genera energía con el aire que respiras y lo que comes?
De dos formas una con oxígeno que se denomina respiración aeróbica y otra sin oxígeno, respiración anaeróbica. Accediendo solo a la glucosa de forma rápida y fácil se genera la energía anaeróbica. Necesario cuando no tenemos suficiente oxígeno. Pero puede ser tóxica y seguro que has experimentado, tras un gran esfuerzo, náuseas, temblores, somnolencia, exceso de sudor y debilidad y causa de muchas lesiones. O que al iniciar un entrenamiento intenso no te da la respiración el suficiente oxígeno y recurre a la respiración anaeróbica. Pero tras un calentamiento el cuerpo es más capaz de realizar el ejercicio, se ha ido adaptando poco a poco. Respirar de forma aeróbica produce dieciséis veces más de eficiencia energética que en la aeróbica.
¿Cómo mantenerse en la zona aeróbica? La mejor frecuencia cardiaca para realizar ejercicio es restar tu edad a 180. Ese es el máximo que tu cuerpo aguanta en estado aeróbico.
Por debajo de ella no hay problema en hacer ejercicio pero no por encima.
Reconectando con las consecuencias de respirar por la boca también encontramos que cambia nuestro físico y vías respiratorias pero para mal.
Cada vez que inhalamos por la boca desciende la presión, que hace que los tejidos blandos de la parte posterior de la boca flojeen y caigan hacia dentro lo que reduce el espacio y dificulta la respiración. Por el contrario cuando respiramos por la nariz ocurre lo contrario. Se fuerza que el aire se pegue a los tejidos blandos, los tonifica y eso ensancha las vías respiratorias lo que facilita la respiración.
Las personas que tienen alergias estacionales y por tanto se tapona la nariz, aumentan las apneas de sueño y dificultades respiratorias.
Cuando los episodios de apnea aumentan los niveles de oxígeno descienden, literalmente te estás ahogando. Y si esos niveles descienden por debajo del 90% la sangre ya no puede llevar oxígeno a los diferentes tejidos. Según la duración aumenta la insuficiencia cardiaca, la depresión, problemas con la memoria y muerte prematura.
¿Roncas al dormir?
Solo se necesitan unos días para conocer los cambios que produce respirar por la boca.
La calidad de vida se genera respirando por la nariz.
En el próximo artículo conocerás más sobre el impacto de respirar por la boca durante el sueño.
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