Yolanda Cuevas Ayneto

¿Sabes respirar bien?

La respiración es una de las funciones que se hacen de forma automática pero también, te adelanto, la podemos hacer de forma consciente.

Como  la mayor parte del tiempo la respiración es mecánica, cuando se está alterado, inquieto, nervioso la respiración se pierde, se acelera, y el oxígeno inhalado es menor.

No sé si sabes que la respiración interviene en todos los procesos fisiológicos. Permite el funcionamiento del sistema nervioso, las glándulas, los músculos, los órganos y la actividad cerebral. Una buena respiración permite el equilibrio entre cuerpo y mente.

Respirar bien durante los 3,3 segundos que dura la respiración una y otra vez te ayudará a vivir más y mejor. Es un gran pilar de la salud. La buena respiración es vida.

Hay ciertas situaciones que provocan una mala respiración que debes conocer:

  • El estrés, provoca que la respiración sea agitada, entrecortada, poco profunda.
  • Una postura incorrecta. Tener el cuerpo muy inclinado hacia delante, o resto y rígido reduce la capacidad pulmonar y aumenta la fatiga.
  • Afecciones respiratorias, alergias, asma, congestión nasal, también por taponamientos nasales y respiraciones bucales.
  • Comer deprisa, la contaminación, el tabaco y sus enfermedades derivadas.
  • Peso corporal, los kilos restan capacidad pulmonar, la acumulación de tejido graso repercute negativamente.
  • Estación del año ya que con calor se respira peor.
  • Ser mujer, ya que los pulmones de las mujeres son más pequeños y por eso se tiene que hacer mayor esfuerzo para conseguir oxígeno y respiran más rápido.
  • Consumo de ciertas sustancias como alcohol, medicamentos o café.

Algunas de estas causas que te he enumerado, si identificas que te ocurren, puedes corregirlas o trabajarlas en el corto o medio plazo y lograr evitarlas o suavizarlas.

Entrena la respiración:

  • Respira siempre por la nariz, no por la boca. (Si no puedes necesitas ayuda)
  • Al inspirar concéntrate en llenar de aire la parte inferior, media y superior de los pulmones. Concéntrate en elevar el abdomen, no el pecho.
  • Cuando contienes el aliento, siente cómo se expanden las costillas en la parte anterior y posterior del cuerpo, como si se inflara un globo.
  • Cuando sueltes el aire, contrae el diafragma y vacía completamente tus pulmones antes de volver a respirar.

Te animo a que tomes como reto diario respirar suave, lento, profundo y de forma rítmica. Podrás pensar, decidir y relacionarte mejor.

Mi taller online grabado Aprender a respirar aquí

Si tan siquiera pudiera decirle a la gente que hiciera una sola cosa para mejorar su salud, no dudaría en recomendarle: mejore la respiración” (Andrew Weil)

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Yolanda Cuevas

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