Atrás va quedando esa idea del psicólogo de despacho oscuro y bata blanca y los prejuicios por decir que vas a uno. Nuestro objetivo no es que lo digas sino que te beneficies de las ventajas que tiene “poner un psicólogo en tu vida”. Que ir al psicólogo esté en tu lista de “cosas pendientes” es el primer paso.
Problemas de autoestima, falta de control emocional, problemas con la pareja, muerte de un ser querido, problemas con el control de impulsos, pensamientos obsesivos, apatía, tristeza, no saber qué le pasa a uno, estrés, ansiedad sentirse perdido, problemas de conducta, problemas con los estudios o con las relaciones familiares y un largo etc No tienen por qué ser un trastorno psicológico grave pero que necesitan de ayuda de profesionales de la salud mental. Limitan y te condicionan la vida indefinidamente en unos casos, si no te pones firme en la decisión de actuar, de ser tú el que maneje el “volante” de tu vida y no tus emociones, pensamientos o conductas. Aprender a gestionar tus emociones, aprender a pensar de forma productiva, a moldear tu actitud es clave. Y así reaccionar de forma más beneficiosa a las circunstancias o situaciones que se crucen en tu camino, esas que seguro no puedes controlar.
Las nuevas tecnologías han permitido que el psicólogo pueda relacionarse de otra forma con sus pacientes y a golpe de clic desaparecen las distancias geográficas, los problemas de horarios, la incomodidad de desplazamientos, o no saber con quién dejar a los niños y no limitarte a los psicólogos de tu ciudad o país. Por medio de una videoconferencia accedes a nuestra consulta para tratar juntos una situación que está limitando su vida. Así pues el psicólogo no solo está obligado a seguir formándose, reciclarse, si no también a acceder a las personas de forma diferente, porque su vida y sus motivos también lo son.
Consultas On Line, atención a domicilio, el mundo en la redes se abre y más con las nuevas generaciones. Hay que ofrecer nuevas alternativas a las nuevas realidades. Las propias redes acercan la figura del psicólogo con lecturas más sencillas de temas de interés. Es una forma también de conocernos antes. La información también llega por Twitter y Facebook, normalizando nuestra presencia y pudiendo leer y tomar conciencia de problemas o situaciones en las que te puedas sentir identificado. Esto puede ayudarte a que decidas actuar.
No se trata de valorar si es mejor o peor las consultas presenciales que las On Line. También depende el asunto a tratar y de las características de la persona. Se trata de dar alternativas y dar la oportunidad a esta forma de contacto que abre todo un mundo de posibilidades.
Cada vez son más los campos por los que la psicología se expande a modo de virus pero virus positivo y con distintas terapias. Hay un psicólogo para todos y encontrarlo a veces también lleva su tiempo. Y lo digo por alguna expresión tipo “fui una vez pero no me funcionó”. No olvides que magia no hacemos. Tu compromiso y trabajo son claves en tu evolución. Tu salud mental se lo merece.
Lo que no hay duda es que la psicología es una de las ramas de la salud con más aplicaciones y sobre todo cotidianas. Ámbito de la salud, clínico, empresarial y laboral, deportivo… donde hay personas hay comportamientos y por lo tanto psicología.
Reflexiones que puedes hacer para valorar las razones y los beneficios de la psicología:
1. A veces lo que duele no es el cuerpo sino la “mente”. Para lo físico está el médico y los especialistas de las emociones, los sentimientos, las limitaciones, miedos, dificultades, pensamientos, ansiedad, fobias… estamos los psicólogos.
2. Pensar que las cosas se pasarán o se arreglaran solas o con el tiempo es un sueño que no se hace realidad. Al contrario uno pierde energía, aumenta la preocupación relacionada con el problema, se cronifica y cree que ya no tendrá solución. En muchos casos el tiempo es oro. Por ejemplo en los trastornos obsesivos compulsivos TOC desde que aparecen hasta que se decide ir a un psicólogo pasan una media de 9 años. ¿De verdad es necesario que sufras durante tanto tiempo? No pierdes nada y tieneS mucho que ganar si decides acudir al psicólogo. Estás asegurándote un camino directo por lo tanto más rápido para solucionar ya sea un problema grave o cambiar hábitos en conductas o formas de pensar que pueden estar condicionando tu día a día. Estas afectan a tu vida personal, social, laboral o de pareja. Suele ocurrir que al terminar la primera cita las personas se sorprendan que han estado cómodos, tranquilos y que no pensaban que iba a ser “así”. Esto es siempre buena señal porque después alientan a los suyos para que hagan lo mismo.
3. Conocerás estrategias que tendrás de por vida. Saber analizar lo que te ocurre de otra manera, manejar tus pensamientos, saber manejar tus emociones, aprender a valorar cada momento, darte cuenta que tú eres más protagonista de lo que creías y que la famosa frase es que “yo siempre he sido así…” quedará en tu pasado. Permite no solo conocerte mejor si no crecer como persona, tengas la edad cronológica que tengas.
4. Te sentirás libre, sin ser juzgado y esto es clave porque muchas veces en tu apoyo social aunque en la mayoría de los casos te intentan animar, se tiende a juzgar. Y uno acaba no contándolo todo. Así que se junta la falta de datos con la falta de la visión de un profesional, sus herramientas y experiencia… que sí tiene un psicólogo. No confundas a tu amigo que hace de psicólogo con las funciones propias de un profesional de la psicología. Escuchar, dar consejos, o decir lo que tienes que hacer es fácil. Pero esto no es la función del psicólogo. Un psicólogo te ayuda a cambiar tu forma de comportarte por medio de tus propios mecanismos de aprendizaje y de técnicas específicas de la profesión.
5. Las pastillas no lo curan todo. Quizás el dolor de cabeza sí pero la forma de pensar no la cambian. Para eso se necesitan estrategias y entrenamiento para convertirlas en hábito. Lo que se necesita es tu participación activa lo que te dará “poder” que es lo que anima a involucrarte cada vez más en tu proceso de cambio o recuperación, mejorando tu calidad de vida. Porque todos deseamos vivir, viviendo la vida.Un aliado que te aportará pautas y herramientas para que decidas cuándo ponerlas en marcha.
Sesión de una consulta por algo que te preocupa, sesiones planificadas en el tiempo según situaciones y disponibilidades hasta tratamientos que se alargan en el tiempo por una patología determinada. Lo que está claro que el abanico de posibilidades es muy amplio antes que evitar ir al psicólogo por desconocimiento o miedo.
Tú, tu mente y tu vida se merecen ser más efectivos y allí están los psicólogos para que juntos se planifique un plan de acción que cambie tu manera de reaccionar emocional y ante tus pensamientos. La consecuencia que tu conducta será más beneficiosa y productiva en tu día a día para ti y por lo tanto para los que te rodean.
El que en su día no estuvieras preparado o receptivo no significa que no lo estés ahora. Todo es parte de tu proceso de toma de conciencia, de reflexión y de decidir actuar. Sentirse desbordado disminuye tu capacidad de reacción y de toma de decisiones, el psicólogo te puede ayudar en ese proceso, no lo tienes que hacer solo. Una primera consulta puede ser el comienzo de una nueva vida.
Siempre que lo necesites “Pon un psicólogo en tu vida”. Cada una de tus emociones, pensamientos y conductas comienza en tu cerebro, es hora de conocerlo y ser más eficaz. Que el desconocimiento no nos separe.
Quizá ha llegado el momento de tachar de la lista de pendientes ‘Ir al psicólogo’
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