Guste o no la vida cada vez está más digitalizada, informatizada. La vida no se entiende sin Internet. No tener e-mail o ciertas aplicaciones como el WhatsApp te convierte casi en un “bicho raro”. En definitiva, la vida cambia y los servicios relacionados con las personas no pueden quedarse atrás. Entre ellos está la Psicología. Reducida en ocasiones a despachos con diván y profesionales de bata blanca que tratan trastornos mentales, la imagen ha ido cambiando y mucho. Ha nacido la psicologí@ 2.0. Ahora los profesionales de la psicología se unen a las redes sociales y acercan la psicología científica pero de forma cercana, práctica y entendible. Así se nos conoce también de otra forma, somos más cercanos y llegamos a personas inimaginable décadas atrás.
La forma de atender a los pacientes también ha cambiado y surgen nuevas alternativas entre ellas la psicología online o a distancia, mediante videoconferencia (Skype).
Mi propósito es que conozcas las ventajas de esta forma de acceder a consulta.
Sin desplazamientos:
Ni el paciente se desplaza a consulta, ni el psicólogo a domicilio. Ambos gestionan mejor su tiempo, que hoy en día tiene más valor que nunca. En el caso de los pacientes, puede tratarse de personas que viajan a menudo por su profesión, como directivos, comerciales, deportistas, entrenadores, chavales que entre estudios, deporte y clases particulares no tienen tiempo de más, personas que tras un accidente se encuentran impedidos o están hospitalizados, o personas que aun estando de vacaciones no quieren interrumpir su proceso terapéutico etc.
Y no podemos olvidar a todos los jóvenes y no tan jóvenes que se han ido a vivir a otro país en búsqueda de oportunidades laborales. Por un lado podían estar ya en un proceso terapéutico que no tienen que abandonar gracias a esta opción online. En otros tomar la decisión de abandonar su país obligada o buscada supone llevar en la maleta cambios emocionales, en ocasiones, difíciles de gestionar, que se reflejan a nivel físico y mental con sus consecuencias en todos los plazos de su vida. En estas circunstancias nos encontramos con el miedo por salir de la zona de confort y de su entorno, sentirse vulnerable, sin apoyo social de «carne y hueso», lejos de su familia, en ocasiones de sus hijos, con temores e inseguridades sobre su futuro, con ansiedad por el temor a perder a la pareja, con aislamiento social…Situaciones que se dan al inicio o al tiempo pero en las que trabajar la ansiedad, la emociones, la motivación, el temor al fracaso y las expectativas entre otros se convierte en objetivo fundamental. Así vivir este periodo de forma más optimista y adquirir nuevas herramientas emocionales.
Sin fronteras ni barreras:
Vivir en otro lugar diferente, ya sea ciudad, país o continente, al psicólogo que quieres ya no es un impedimento. “Cruzar el charco” en una dirección u otra ya es posible con la psicología online. Ni la franja horaria es una barrera.
Sin anulaciones por climatología:
Ya no están las anulaciones por chaparrones de última hora, o tráfico imposible. Desde tu propia casa, la comodidad está asegurada.
Alternando opciones:
No todo tiene que ser presencial, ni todo online, se puede ir alternando según las necesidades de igual forma que se organizan las visitas, semanales, quincenales, mensuales. Y ante cualquier duda no hay que esperar a la siguiente cita, siempre se puede conectar viéndonos, y no hacerlo solo con una llamada, un whatsapp, o un mail. Es una forma de estar más presente. Incluso en ciertas ocasiones realiza el paciente la actividad o reto y te lleva a ti en su móvil y lo hace contigo te escucha y se siente más seguro. También puedes guiar respiraciones conscientes y relajación en momentos determinados entre otros.
Servicio de urgencia:
En las urgencias prima el tiempo, y la asistencia online permite reducir ese tiempo y dar solución a situaciones de estrés puntual, o situaciones que necesiten de un encuentro rápido.
No olvidemos que en ocasiones una o dos sesiones o mediante mensajería las personas necesitan simplemente algún consejo psicológico o resolver alguna duda, que no realizan si tienen que ir a consulta. Nunca un psicólogo estuvo tan cerca. Lo que comienza con un mensaje puede acabar en consulta. En ocasiones es un tanteo, cada uno necesita un pérfil de psicólogo. Es importante saber que hay sesiones de psicoterapia, de contención o de orientación.
Conectando emocionalmente, sin miedos y alternando opciones:
Mucho se comenta desde el desconocimiento y la tradición sobre la conexión emocional en la terapia online. Desde mi experiencia no solo se produce sino que personas que no hubieran ido nunca a un despacho sí lo hacen al “despacho online”. Se sienten menos violentos y según los casos también asisten a sesión presencial pasadas unas sesiones. No olvidemos que en ocasiones se tarda años en asistir a un psicólogo por miedo o desconocimiento y esta puede ser su primera vez.
Práctico y sin dilataciones:
En el caso de terapias familiares o de pareja hay un valor añadido porque se duplican o triplican… según los miembros las ventajas de la psicología online. Si se citan en consulta y vienen todos juntos, los digo sobre todo por los menores, no tienen que esperarse unos a otros en la sala de espera. Y si se dan diferentes fechas se alarga el proceso. Con la psicología online se pueden realizar las sesiones en una tarde mientras el resto está en casa realizando sus tareas, actividades, obligaciones o juegos…
Seguridad:
El paciente desde su casa, su salón, su cuarto, se siente seguro, es su “territorio”. Los nervios de la primera consulta y la sala de espera son diferentes. Hay expectación porque en ocasiones es hasta la primera vez que se conectan online con alguien, pero al final la valoración es positiva. Siempre dejas tiempo al final a que evalúen la sesión y estado emocional.
Decir: “muy bien”, “no me imaginaba que fuera así”, “dicho más de lo que pensaba”, “he estado tranquilo”, “¡qué inventos más buenos!”, “estoy contento…”, “lo voy a recomendar” y que sigan en posteriores sesiones es la mejor garantía de que hay un buen comienzo.
Intimidad y discreción:
Uno de los puntos fundamentales en la psicología presencial es que aunque nos organicemos en dar las citas para que no se crucen pacientes en la sala de espera es inevitable que en ocasiones compartan sala o si trabajas con otros compañeros puedan coincidir pacientes de diferentes profesionales. Para algunos no importa, ir al psicólogo es como ir al dentista pero otras personas se sienten avergonzadas, incómodas y generan estados emocionales incompatibles con el inicio de la sesión. Creen que se les lee en sus ojos sus problemas. Al psicólogo no solo se va por un problema, también se va a mejorar y crecer como persona, como deportista, como comercial, como vendedor, como pareja , para mejorar las habilidades, la comunicación, gestión emocional etc… y a esto hay que darle valor. En la terapia on line no hay sala de esperas, tranquilo, nadie te ve.
Según la edad, porque todavía hay personas que no son «nativos digitales» y les cuesta relacionarse con el ordenador, aplicaciones etc, y los motivos de consulta habrá que realizar terapia presencial o terapia a distancia o un combinado. Todo antes de quedarse con los brazos cruzados y así evitar frases ”si llego a saber que esto es así vengo antes”.
Confía en los profesionales de la psicología, tómate tu tiempo para decidir quién y cómo, pero comienza.
El psicólogo también tiene beneficios y el más importante es que si te desplazas puedes atender a los pacientes igualmente. Antes si tenías pacientes en sábado o domingo no podías irte porque tenías que ir a consulta. De esta forma puedes disfrutar de ese fin de semana en otro sitio siempre que tengas acceso a Internet.
Todo comienza con un golpe de tecla, una pantalla cada vez más fina, es lo único que nos separa. Ahora da igual donde vivas o trabajes siempre hay un psicólog@ cerca.
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