Yolanda Cuevas Ayneto

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Artículos Psicología del Deporte

Nueva temporada, para todos y para todo

Cuando un entrenador finaliza su temporada, hace balance de todo lo que ha ocurrido en su trascurso, de lo bueno y de lo malo. Siempre se dice que al final uno se queda con lo bueno pero si lo que quieres es mejorar, avanzar y crecer tienes que tener presente tus áreas de mejora como entrenador y ponerte a ello ¡YA! Aquí entra en juego:

Tu manera de comunicar y liderazgo; es importante que te evalúes y sientas si conectaste con el grupo de personas con los que compartiste toda una temporada. Si fuiste capaz de motivar y avanzar estableciendo objetivos adecuados a la edad y circunstancias de los chavales. Y si no acabaste la temporada cuales fueron los motivos. Lo fácil es decir porque no se ganaban los partidos o no se cumplían los objetivos del club, pero detrás hay mucho más que sí depende de ti y puedes mejorar.
Si no llegas a los tuyos no podrás avanzar, saber comunicarte es una de las parcelas más importantes de la Inteligencia Emocional en el deporte en general independientemente de la categoría.

Tu capacidad de manejar situaciones adversas; si estuviste a la altura de las circunstancias, porque una temporada da para mucho. Hay niños que sus padres se separan, suspenden varias asignaturas, cambian de comportamiento, no se comprometen, se bloquean, se perdieron varios partidos seguidos y se desanimaron… ¿cómo crees que reaccionaste ante estas situaciones?, ¿te superaron?, ¿las evitaste?… Es importante que te entrenes en estas habilidades, seguramente con ayuda de profesionales de la psicología, porque en todas las temporadas puedes encontrarte con situaciones de este tipo. Hoy en día tu papel de entrenador no se limita al entreno físico, técnico y táctico.

Tu capacidad de adaptación; un año has podido llevar benjamines, otros a cadetes y otros a juveniles… ¿realmente crees que lo que funciona con una categoría funciona con todas? Tienes que ser un entrenador “camaleónico”. Hay que saberse adaptar a ellos, a sus preocupaciones etc… según la edad que tengas sabrás que si has llevado a juveniles hace 15 años no tiene nada que ver con los juveniles hoy en día. Ni mejor ni peor, son distintos, fruto de sus circunstancias y el cambio social que se ha producido.
¡Qué importante aquí ser un entrenador con Inteligencia Emocional! Hay que entrenar la capacidad de conectar emocionalmente con ellos. Cada vez la formación que se te exige es mayor, y si no toca reciclar con nuevas formaciones o lecturas. Sé que no te costará porque te apasiona lo que haces. Sacrificas tu tiempo de ocio personal y en familia, vacaciones para tu pasión, entrenar cada temporada a los chavales en tu deporte favorito, así que te animo a ello.

Tu papel de educador; ¿crees que crecieron como personas y como deportistas gracias a ti? ¿fuiste capaz de sacar lo mejor de cada uno? Recuerda si inculcaste pasión por el deporte como estilo de vida y educaste en valores, necesarios más que nunca, como el esfuerzo, la paciencia, la perseverancia, el respeto, la humildad, la responsabilidad… siendo tú mismo un claro ejemplo de ellos. Porque, aunque a veces piensas que tú estás solo para enseñar un deporte y que para educar ya están sus padres o el colegio recuerda que eres su modelo a seguir, en muchos casos su sueño. A veces te idolatran tanto que tienes sobre ellos más poder de lo que crees y te van a imitar. Seguro que recuerdas a ese entrenador que igual por él, te hiciste entrenador, o a ese que cuando hablas de él dices “me llegó”. Tú como entrenador y el deporte en sí mismo educa. Porque la educación no solo se limita a padres y profesores del colegio o instituto. Todos tenéis esa responsabilidad y el objetivo es ir en la misma dirección. Cuanto más coherente sea el cuadrado con sus cuatros esquinas entrenador, cole, padres y niño o chavales que practican deporte, más equilibrado será su desarrollo en todos los sentidos incluido el emocional. No solo serán mejores deportistas, felices sin presiones innecesarias, disfrutando de lo que hacen, sino mejores personas. No olvidemos que si uno disfruta con lo que hace se compromete más.

Tu relación con los padres; ¡ay madre! Ese primer día de entrenamiento en el que si las miradas hablaran… Tu pensando “a ver que padres me tocan” y ellos “a ver cómo es este entrenador” Te falta tiempo para preguntarle al compañero de la temporada pasada qué padres son los que te van a “amargar la temporada” Mal, ya te estás centrando en lo que no debes, cambia tu interpretación. Piensa que como cualquier padre y madre su hijo es lo más importante y que quieren al mejor entrenador que haya en el club, así que entrénate también para que cada temporada mejores en algo en las diferentes parcelas no solo físicas, técnicas o tácticas… El problema es que hay padres que no tienen estrategias y no saben a veces como tratar los temas y te lo digo por experiencia. EL ataque o las malas formas se convierten en la única forma de defender. Y en mayúsculas digo que HAY PADRES EJEMPLO A SEGUIR pero que no son noticia. Se tiende a destacar los incidentes y se generalizan conductas cuando parte de la realidad es otra. Esto no es justo para el propio chico que lo único que quiere es practicar su deporte favorito, con los suyos, tranquilo disfrutando y avanzando temporada tras temporada pero tampoco es justo para vosotros que en definitiva queréis lo mejor para ellos. Ningún entrenador quiere problemas, ni con los padres ni con los chavales. No olvidéis que el protagonista es el joven que practica deporte y no las actuaciones incorrectas de padres o entrenadores.

Los padres igual preguntarán si eres bueno, y ¿qué es ser bueno? Pues para unos será que les enseñes mucho, que metan muchos goles, canastas o superen tiempos, que no dejes a su hijo en el banquillo, otros valoraran tu trato, tu educación y la que transmites, que sepas comunicarte con los chicos y con ellos, tu seriedad, que valores los esfuerzos, que seas accesible, que no huyas de ellos, que no eches balones fuera, que te responsabilices y seas coherente con tus de tus decisiones, que seas justo, que si pones normas se cumplan pero para todos sin excepciones, que te involucres y conozcas sus notas y sus preocupaciones, que seas un modelo deportivo y de persona en definitiva que dejes huella pero de las buenas.

¡Muchas cosas! dirás ¿verdad? Pues sí, son muchas pero eres afortunado, porque ahora te espera una nueva temporada, con nuevos objetivos como persona, como entrenador, como educador, con ganas de crecer como profesional. Nuevas oportunidades para superarte en todo lo que te propongas, que no lo consiguieras la temporada pasada no significa que en esta no sea posible. Todo es cuestión de esfuerzo y perseverancia. Siempre digo que ningún entrenador comienza la temporada con el propósito de hacerlo mal. Pero como en todo una cosa es la teoría y el deseo y otra la práctica y la realidad.

Así que si algún padre o madre lee estas líneas, pensad que ellos cada temporada trabajan para que se desarrolle lo mejor posible, sobre todo por los chicos así que ponedlo fácil, buscad el momento y las formas para transmitir vuestras dudas o quejas, sed ejemplo de conducta en los entrenamientos y encuentros deportivos.
Te propongo entrenador, lo que los psicólogos “predicamos” en deporte formativo, a veces no con todo el éxito que todos quisiéramos, las reuniones periódicas con los padres de tu equipo, cortas en la que expliques normas, objetivos, compromisos y dificultades y escuches sugerencias que os ayuden a unir posturas y a trabajar unidos en el desarrollo de los chavales.
Alejarlos no es la mejor medida en el deporte formativo de los más pequeños. Como entrenador una asignatura es saber cuándo, dónde hablar para pasar al qué y cómo hablar. Esto también se entrena. Sí, es tiempo y esfuerzo añadido pero si queremos que las cosas funcionen no hay otra. En los colegios se hace y nadie duda del formato. ¿Por qué en el deporte sí? Los tiempos cambian no lo olvidemos y hay que saber adaptarse desde las direcciones deportivas.

Siempre se ha dicho que huir de los problemas no solo no es la solución sino que atrae más problemas, la huida hace de imán.
Entrenador, entrena de tal forma que los chicos deseen que llegue el día del entrenamiento no solo por el deporte en sí o por ver a sus amigos sino también por su entrenador.
Os deseo a todos los entrenadores de todos los deportes, y a sus padres que disfrutéis de ser entrenadores y de ser padres, cada uno en su papel, de chicos y chicas que practican deporte. Gracias a vosotros pueden beneficiarse física y mentalmente de lo que su práctica aporta.
Sentiros todos orgullosos de poder acompañarlos en su camino deportivo, la forma en que lo hagáis puede ser  determinante.
Trabajad unidos para que no abandonen el deporte.
¡Comienza la temporada!

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